"Ella nos enseña a no esquivar los desafíos, sino a considerarlos como una oportunidad para renovar la pasión educativa y misionera, haciendo que vuelvan a nuestras comunidades los tiempos de los corazones abiertos, del compartir profundo entre nosotras y con las jóvenes y los jóvenes, con quienes recrear ambientes familiares llenos de valores humanos y cristianos" (M.Yvonne circ.918).
Click en: http://youtu.be/LMCGnraobsA
Una mirada como la de María, nos ayuda a ser más esenciales en nuestra vida y a redimensionar las dificultades que el día a día nos presenta; a amar nuestra vocación y a apasionarnos por el anuncio gozoso de la Buena Noticia a las generaciones jóvenes. Se puede prescindir de muchas cosas, pero no puede faltar el amor gratuito. (M.Yvonne circ. 900).
Click en: http://youtu.be/bDn9bqFONcE
Nuestras Regla de vida –CONSTITUCIONES- nos introduce en esta estupenda realidad y nos anima a «hacer nuestra su actitud de fe, de esperanza, de caridad, de perfecta unión con Cristo y a abrirnos a la humildad gozosa del “Magníficat”» (C 4). Que la presencia de María despierte en nuestra vida esperanza y alegría, para que con la gracia del Espíritu Santo podamos ser una pequeña y humilde luz capaz de hacer renacer la vida en las comunidades, en la misión y en el contexto en que estemos llamadas a vivir.
Click en: http://youtu.be/I_fK_BNL-Ls
María comprende que ser madre empieza con el servicio a los demás. El signo que Dios le da como confirmación de su sorprendente vocación es una situación de necesidad: «Mira, también tu parienta Isabel... » (Lc 1,36). Sierva de Dios, obediente a su palabra, María se hace sierva de otras personas, empezando por las de su familia.(M.Yvonne circ. 900).
Que seamos también nosotras servidoras auténticas, auxiliadoras con la Auxiliadora. Santa fiesta!!
Inspectoría "Sagrado Corazón"- ECU