La alegría por el don de nuestra vocación como llamada de predilección tendrá su culmen el 5 de agosto, fiesta jubilar del Instituto. La renovación de la Alianza de Amor con Dios es un signo de que nuestra vida es una alabanza ininterrumpida de la Misericordia del Padre con el compromiso de vivir las Bienaventuranzas del Reino.