Cumbayá, 10 de octubre.- La jornada de hoy inicia con la celebración de la Lectio Divina, en los grupos de vida, en base a la cita bíblica Mt. 7, 24 - 27 Roca y arena, las dos casas. En este pasaje Jesús nos habla con propiedad porque fue carpintero. Dios no protege a los cristianos ni de los vientos ni de las tormentas, esto es, de las pruebas, pérdidas, contratiempos, aflicciones, tentaciones, enfermedades, crisis y demás tribulaciones. Pero sí nos da la fuerza de su Espíritu para afrontarlas.
La opción por Cristo no la hacemos de una vez para siempre… sino que la vamos renovando en el cotidiano. No basta decir ¡Señor, Señor! Jesús no quiere admiradores sino discípulos que acepten su propuesta y lo sigan.
Continuamos con la CONSTRUCCIÓN de nuestra “CASA”, se colocó los pilares y las paredes.
En sintonía con la reflexión de la mañana, se realizan los trabajos en 8 grupos de vida para leer, analizar, reflexionar, discernir y aportar sobre el contenido de la síntesis de los Núcleos N. 1, 2 y 3 el ícono de la “casa” aplicada a los diferentes contextos, situaciones, espacios y lugares. Las reflexiones en los diferentes grupos de vida surgen de la confianza, de la madurez y de la libertad en el compartir.
Las buenas noches están a cargo de la Comunidad Corazón de María de Cuenca, Sor Rosita Villarroel, Directora de la casa nos comparte una breve reseña histórica de la vida de la Obra durante los 110 años de presencia educativa y pastoral. Las hermanas fundadoras poseían un dinamismo increíble que no provenía de la preparación académica sino del fuego del Dios que les quemaba por dentro y la llevaban a comunicar a los otros la alegría de la misión,
La comunidad María Auxiliadora de Manta nos invita a cerrar la jornada con una fervorosa oración: “Si construimos nuestra vida en Dios, nuestra casa permanecerá …”
Sor C. Judith Mocha, fma